SEDÚCEME

Acércate, provócame, induce la idea del pecado en mi mente, sedúceme, bésame con la mirada, altera mi tacto con el sutil movimiento de tus labios apretados en tus dientes, acaríciame con tu mejor sonrisa, conviértete en mi tentación más fuerte e irresistible, entrégame un poco de la picardía que guarda tu interior, preséntame tus fantasías más extrañas y hazme participe de tus deseos más oscuros, permíteme saciar tus bajos instintos, obséquiame tu lujuria imparable, envuélveme en la lascivia de tus actos, guíame por el camino de tu cuerpo, enséñame los puntos débiles de tu piel donde pueda estremecerte y hacerte enloquecer.

Ven a mí, permíteme ser de ti, acércate suavemente, tanto que no logre comprender en que momento me hiciste esclavo de tu cuerpo, introdúcete en mis pensamientos, convierte todos mis sueños en escenas eróticas, ardientes y húmedas, grábate en mis pensamientos de manera tan profunda que aparezcas frente a mi desnuda en momentos inoportunos sin realmente estar allí, vuélvete inapropiada, desata mis deseos cuando no se deba y regocíjate en la agonía de mi rostro por no poder responder como lo mereces, sé traviesa y diviértete buscando hacerme perder el control.

Juega, juega y no pares de jugar con mis sentidos, conviértete en el significado total y absoluto de la palabra provocación, apodérate de mi razón y cuando al fin lo consigas entrégate por completo a mis malas intenciones, déjame desnudarte el alma como dejaste expuesta la mía para ti, que nuestras ropas vuelen solas, déjame respirar de tu aliento, me encargare de alimentarme de tu sexo hasta el punto de encontrar el momento en que olvides hasta tu nombre mientras empuñas tus manos contra las sabanas que arrancaras retorciéndolas en lo que dura tu terminar, convertiré todos esos sueños en realidad y no existirá un mal lugar para que una vez más tu cuerpo entero, entre caricias, besos y demás yo pueda devorar.

Hazte mía con entera voluntad y sumisión y yo me entregare a ti con todo mi espíritu, cuerpo y corazón, seré tu amo y si así lo deseas me haré tu esclavo, rompamos tabúes y convirtámonos en uno solo, que nada perturbe el templo de nuestra intimidad, que todo vaya hasta donde estemos dispuestos a llegar, pero siempre juntos, cubiertos de deseo y pasión, convirtámonos en fuego y ardamos con la infinita llama de la perpetuidad.